Once empresas electrónicas y textiles de Tierra del Fuego recibieron autorizaciones para reactivar su producción en medio de la pandemia de coronavirus, según confirmó hoy el secretario de Industria de la provincia, Juan Ignacio García
Se trata de Iatec, Famar Fueguina, Mirgor, BGH, Carrier, Solnik, Radio Victoria, Blanco Nieve, Australtex, Fapesa y Fabrisur, todas instaladas en la ciudad de Río Grande y la mayoría dedicada a la fabricación de televisores, celulares y aires acondicionados, entre otros productos.
“El inicio es con restricciones. En esta primera etapa se empieza solamente con una línea de producción, por tipo de producto y por planta productiva en cada turno, de manera de restringir lo más posible la circulación de gente, mientras se ponen a prueba los protocolos sanitarios”, detalló García.
El funcionario recordó que además de someterse a un protocolo general para la actividad, cada empresa tuvo que lograr la aprobación de un protocolo propio por parte de las áreas de salud involucradas.
García adelantó que en breve se producirán nuevas autorizaciones, y que “a medida que se compruebe el correcto funcionamiento de las medidas, se irán permitiendo una mayor actividad en cada planta”.
Por su parte, las fábricas de Ushuaia retomarán su actividad a partir del miércoles 13 de mayo, y para ello ya se están realizando las inspecciones en cada establecimiento.
“El mercado está demandando algunos productos que incluso tienen cierto grado de desabastecimiento, como los teléfonos celulares. De todos modos, la idea no es salir corriendo detrás de las demandas del mercado sino empezar con un ritmo suave y, si todo sale bien, ir mejorando paulatinamente los niveles de producción», agregó el secretario de Industria fueguino.
En la primera etapa de la reactivación industrial de la provincia fueguina las plantas producirán en tres turnos diarios de no más de cinco horas, con una dotación reducida del 30% de empleados que estarán distanciados cada dos metros como mínimo.
Además, el ingreso y egreso de personal será regulado y por puertas diferentes, y los operarios serán sometidos a controles de temperatura y vestirán equipamiento de seguridad.
Habrá desinfecciones periódicas de las instalaciones, se buscará la menor manipulación posible de objetos y el control de operaciones se realizará, siempre que sea posible, de manera remota, explicaron las fuentes oficiales consultadas.
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